11.11.07

El trabajo es del Rey, el resultado de todos


Otra historia de Niños

De niño me gustaba armar casas de madera, la mayoría del tiempo me la pasaba juntando pedazos de madera, troncos y materiales que fueran útiles para la tarea, les pedía a mis hermanos que me ayudaran para después jugar en ellas, ahí mientras jugábamos nos divertíamos no había miedo, ni enojos ni resentimientos, nos sentíamos orgullosos de crear un espacio con el solo hecho de esforzarnos a hacerlo, eran nuestros grandes éxitos infantiles.

En la linea Internacional entre Tijuana, Baja California y San Diego California, alrededor de 1976 al 78 no había barda alguna, solo una cerca llena de agujeros hechos por la gente que cruzábamos caminando a Estados Unidos, en ese tiempo del otro lado había parcelas con siembra de betabel, zanahorias, lechugas, rábanos y repollos entre otras hortalizas, a veces bajaba la economía familiar y al observar esa necesidad innovamos una carreta con una caja de rejas, las que se utilizan para transportar verduras, adhiriendo una llanta al frente y dos pedazos de madera del otro lado, haciendo la función de manubrio para poder controlarla.

Hibamos por lo menos tres carretas , cruzabamos la cerca, nos dirigíamos a las hortalizas y llenábamos nuestro transporte de legumbres, eran pesadas, pero eran para nuestro Castillo y eso no importaba, lo mas curioso era que en el camino , las reinas de los reinos vecinos, que nos veían en nuestra pequeña caravana, nos compraban los frutos de nuestro trabajo, y por lo regular acabábamos vendiendo una carga de carretilla completa, era magia, regresábamos con comida y dinero.

Nuestra Reina Madre se encontraba muy preocupada ya que por lo regular nunca le avisábamos a donde íbamos, al vernos llegar gritando y emocionados tratando de explicarle donde nos encontrábamos , la Reina de la casa se ponía primero muy pero muy furiosa después se le pasaba lo regañona y se quedaba contenta y le ayudamos a limpiar y cortar las verduras, que después de ser cocinadas por la Reina, comíamos todos juntos en la mesa, y platicábamos cada uno la parte de la gran aventura que nos toco en el día.

No importa lo fuerte y larga la jornada al final del día; si dicho trabajo se realizo por las razones correctas; los resultados se manifestaran, y por lo regular seran de gozo , alegría y comunión.

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